En un vasto planeta con cerca de 8 000 millones de personas donde solo se escucha hablar de nuestras diferencias, hay algunas cosas importantes que nos conectan, y una de ellas es la comida. Nos vincula a todos. Todos la necesitamos, dependemos de ella, sobrevivimos gracias a ella y nos aporta felicidad.

De hecho, la comida es parte de lo que somos. Es parte de nuestros hábitos y culturas. Cientos de programas de televisión, películas y podcasts giran en torno al tema de la comida, y los libros de cocina figuran siempre entre los más vendidos. La comida es incluso parte de cómo interactuamos con los demás. Los sibaritas compartirán rápidamente recetas y experiencias gastronómicas. ¿Y quién no ha publicado una foto de su plato favorito en sus redes sociales? Estamos inmersos en el debate sobre la comida.

Entonces, si amamos tanto la comida, ¿por qué dejamos que tantos alimentos se pudran en nuestros refrigeradores, queden como sobras tras nuestras fiestas, se descarten en nuestras tiendas o directamente los tiremos a la basura desde nuestros platos?.* Un tercio de todos los alimentos producidos globalmente se pierde o se desperdicia. Nos encanta la comida, pero no la cuidamos. No la respetamos. Todos queremos el respeto que cantaba Aretha Franklin, y para conseguirlo, antes deberíamos mostrarlo.

Te presentamos seis formas para ayudarnos a amar más nuestra comida y desarrollar respeto por todo lo que hay detrás de lo que comemos:

1. Reduce el desperdicio de alimentos: compra solo los alimentos que necesitas, aprende a amar las frutas y verduras de aspecto feo, sírvete raciones realistas, ten en cuenta las fechas de caducidad, almacena los alimentos de manera inteligente, dona los excedentes y convierte los alimentos sobrantes en la comida del día siguiente. Cuando desperdiciamos comida, también desperdiciamos todos los recursos utilizados para cultivar, procesar, transportar y comercializar esos alimentos. La comida es mucho más que lo que hay en nuestros platos.

2. Apoya a los productores de alimentos: los chefs obtienen premios, estrellas y reconocimientos por sus creaciones. Pero ¿qué pasa con nuestros agricultores? Sin ellos, no tendríamos los alimentos frescos que necesitamos a diario para preparar cualquiera de nuestros preciados platos. ¿No son los campesinos los verdaderos héroes? Compra en mercados locales y conoce a los agricultores. Darles una oportunidad de negocio equivale a concederles tu reconocimiento y respeto.

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